Que es la rosácea y el Síndrome de Sjogren
La rosácea es una de las condiciones dermatológicas más comunes y afecta casi al 10% de la población. Se trata de una dermatosis inflamatoria común, crónica y progresiva relacionada a la inestabilidad vascular. Se caracteriza por el ensanchamiento de los vasos sanguíneos de la cara, rubor, pápulas y pústulas (como el acné). Se observa, principalmente, en la parte central del rostro y, por eso, suele causar problemas psicológicos y sociales.
Generalmente se presenta en pacientes de entre 25 y 60 años de edad y es más común en personas de tez blanca. Es crónica y persiste durante años, con períodos de exacerbación y remisión. Según la severidad de los síntomas, se indican tratamientos locales y/o generales (antibióticos). Además, es importante que el paciente incorpore ciertos hábitos, como utilizar fotoprotección a diario, evitar la exposición al calor, etc.
La rosácea, una afección muy común
En cuanto al Síndrome de Sjogren (SS), este es un trastorno autoinmune crónico que se caracteriza por una infiltración de las glándulas exocrinas provocando una sequedad oral y ocular. Los principales síntomas del Síndrome de Sjogren (SS) son la disminución de la función lagrimal y de la glándula salival. Suele acompañarse de descamación, prurito y disminución o ausencia de sudoración. Su tratamiento es de tipo reumatológico o estomatológico.